23 de octubre de 2011

Los castrati

Los castrati eran cantantes sometidos de niños a una castración para conservar su voz aguda   cuando la Iglesia Católica no permitía que las mujeres cantaran en el coro. Estos hombres llegaban a tesituras que iban desde soprano a mezo-soprano, debido al retiro de sus testículos en edad puberta.


La castración consistía en la destrucción del tejido muscular sin que, por lo general, se llegara a cortar el pene. Mediante esta intervención traumática, se conseguía que los niños que ya habían demostrado tener dotes especiales para el canto mantuvieran, de adultos, una tesitura aguda capaz de interpretar voces características de papeles femeninos. Su origen se sitúa en torno al año 1550 en que se conservan los primeros documentos referentes a cantantes castrados en Roma y Ferrara.


Para este proceso, bañaban al muchacho en una tina de leche caliente con especias y se les sedaba con opio para que el experto les cortara los conductos que desembocaban en los testículos, que se atrofiaban con el tiempo.

Se calcula que a principios del Siglo XVIII se sometían a la operación unos cuatro mil niños al año, pero pocos de ellos se desarrollaban como Castrato y la mayoría terminaba en la pobreza y mutilado de por vida, lo que los conducía a pasar por "apestados" durante su existencia y más allá; ya que al no estar "completos" la Iglesia les rechazaba para ser enterrados en tierra sagrada. Ya lo decía la poetisa: "Iglesia necia que acusáis a los castrados sin razón, sin saber que vos sois la ocasión de lo mismo que culpáis".
Los castrati tuvieron una gran popularidad y llegaron a cobrar enormes cantidades de dinero por sus actuaciones. Según la leyenda, acrecentada en la actualidad por la película Farinelli (1994) y considerada sin ninguna base científica por la mayoría de las opiniones médicas actuales, gozaban de gran predicamento entre algunas damas de la época, ya que, si mantenían relaciones sexuales con ellos, no corrían el riesgo de quedarse embarazadas.


Los castrati aunaban en su voz la ternura de un niño y la potencia y fuerza de un adulto. Fueron voces muy codiciadas y aplaudidas. 


En 1870 la castración fue prohibida por el Estado Italiano.
Uno de los más famosos castrati fue Carlo Broschi más conocido como Farinelli. 
Solamente existe un registro fonográfico de un castrado y es de Alessandro Moreschi; el último castrado del coro papal.

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